Imagínate esto.
Tienes que sacarte un título de inglés, francés o español.
Necesitas aprobar para poder entrar en la universidad, mejorar tu trabajo, presentarte a una oposición o simplemente quitarte esa espinita.
Sabes que es importante. Lo sabes desde hace meses.
Pero pasa una semana. Y otra. Y otra.
Y sigues sin haber empezado en serio.
No es porque no quieras.
Es porque no sabes por dónde empezar.
Lo hemos visto una y otra vez con nuestros alumnos: personas capaces, motivadas y con objetivos reales... que no avanzan simplemente porque no tienen claridad.
Y cuando no tienes claridad, pasa lo siguiente: